TRANSICION: HORA DE ASUMIRSE




TIEMPOS DE TRANSICION

ARTÍCULO DE LA REVISTA ECOHABITAR DEDICADO A LOS TRANSITION TOWNS.


Por Antonio Scotti

Estamos asistiendo a un fenómeno que está tomando una dimensión cada vez más amplia en respuesta a los retos del Pico del Petróleo y del Cambio Climático: los “hijos gemelos” de los hidrocarburos. Se trata de las iniciativas positivas y constructivas que muchas personas, alrededor de mundo, están empezando a tomar para transformar aquello que la gran mayoría ve aun como un problema en una solución y que van bajo el nombre de Transition Towns (Pueblos en Transición).

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La Revolución del Movimiento de Transición, aquí.




viernes, 4 de enero de 2013

En transición hacia un mundo sin petróleo

Localidades de todo el planeta se preparan para resistir al cambio 

hacia una vida sin combustibles fósiles

EL PAIS - GLORIA RODRÍGUEZ-PINA Madrid 7 AGO 2010 - 

Que el petróleo es un recurso limitado con los días contados no lo discute nadie. El debate se centra más bien en determinar cuánto tiempo queda hasta que la producción mundial de crudo llegue a su cenit y comience a declinar, momento que algunos sitúan en fechas tan cercanas como 2013, 2015 y, otros como la Agencia Internacional de la Energía, en 2020. El vertido de BP, la demanda ascendente de China e India y las reducciones de CO2 por el calentamiento global han reactivado las alarmas. Miles de pueblos y ciudades de todo el mundo han decidido pasar a la acción, sin dramatismos, haciendo su particular transición hacia la vida sin el oro negro.
Totnes (10.000 habitantes), en Reino Unido, fue la primera población en dar los primeros pasos hacia la autosuficiencia e independencia de los combustibles fósiles en septiembre de 2006. El movimiento se ha extendido a todos los rincones del planeta, desde Chile hasta Japón pasando por India o Nueva Zelanda. En España van surgiendo tímidamente pueblos y ciudades como Coín (Málaga), Jerez de la Frontera (Cádiz), o Barcelona, que van andando hacia la Transición.
Estas iniciativas suelen comenzar con un grupo de personas preocupadas por el cambio climático y el pico del petróleo que se juntan para imaginar cómo será su municipio dentro de 20 años, por ejemplo, cuando el precio de la energía, los carburantes y los productos básicos se hayan disparado. Al grupo se le van uniendo personas mayores, familias y jóvenes de todas las clases sociales y colores políticos. Juntos, en encuentros que recuerdan a terapias de grupo, cuentan sus preocupaciones, buscan soluciones creativas y las ponen en marcha para que el futuro imaginado sea lo más placentero posible.
"La vida diaria en un pueblo de transición es igual que en cualquier otro", advierte Rob Hopkins, cofundador del movimiento. Quienes participan activamente en el proyecto, sin embargo, reducen su consumo de energía y el uso del coche, cultivan y compran comida local, trabajan lo más cerca posible de sus casas, conocen a sus vecinos, construyen sus viviendas con materiales de la zona, aprenden habilidades perdidas como coser o hacer cestas de mimbre y tratan de no viajar en avión (él renunció a este medio de transporte hace cuatro años y cuando da charlas fuera del Reino Unido lo hace por videoconferencia). En Totnes, donde vive Hopkins, los vecinos comparten sus jardines para plantar verduras con quienes viven en pisos, las empresas encargan auditorías para reducir su consumo energético y más de 70 tiendas venden sus productos en libras totnes, su moneda local. En definitiva, potencian lo local y recuperan costumbres olvidadas en la era del petróleo barato como arma para resistir cuando esta etapa llegue a su fin.
La Red de Transición (Transition Network en inglés), que se desliga del posicionamiento político de grupos activistas ecologistas o anticapitalistas, ofrece herramientas de formación para quienes quieran iniciar una iniciativa. Como con las tecnologías de código abierto, cada grupo que pone en marcha una es libre de cambiar su modelo y mejorarlo para adaptarlo a sus necesidades. "Si alguien quiere empezar, que lo haga. No tiene que pedir permiso a nadie. La Transición es un experimento social fascinante que ofrece una serie de herramientas para comenzarlo", invita Hopkins.
Primeros pasos en España
En Coín (Málaga), más de 80 personas de todas las edades y profesiones se han puesto manos a la obra para hacerse resistentes cuando el crudo escasee. "No es cosa de cuatro hippies que se van a vivir a la montaña, porque se trata de un problema que afecta a todos", explica Claus Mikosch, fotógrafo alemán de 34 años y coiniciador en noviembre de 2009 de Coín en Transición. Como todos los pueblos que participan en el movimiento, no tienen reglas sino principios comunes y proyectos concretos. Ya tienen una huerta comunitaria y talleres de bioconstrucción y de fabricación de jabones.
La asociación Véspera da Nada se constituyó en Galicia en otoño de 2008 para concienciar sobre el cenit del petróleo. Han conseguido queTeo, un municipio de 20.000 personas cercano a Santiago de Compostela, sea el primer pueblo español en hacer una declaración institucional sobre esta cuestión. El alcalde, Martiño Noriega, un joven médico de 35 años del Bloque Nacionalista Galego, asegura en conversación telefónica que "ahora están dando contenido al manifiesto simbólico". Una comisión de trabajo realizará un informe de vulnerabilidad energética de la población y a partir de septiembre editarán una guía práctica para los vecinos. Manuel Casal, informático de 40 años miembro de Véspera da Nada, cuenta que también han logrado que Gaspar Llamazares (IU) presente una pregunta en el Congreso sobre presuntas presiones de EE UU a la Agencia Internacional de la Energía para ocultar datos de la oferta de hidrocarburos. "Esto obligará al Gobierno a informarse y posicionarse sobre el tema" argumenta.
BCN en Transicion y Transició a VNG llevan desde marzo y julio de 2009 impulsando el movimiento en Barcelona y Vilanova i la Geltrúrespectivamente. Antonio Scotti, permacultor de 45 años, es miembro del grupo barcelonés, que está en fase de autoorganización. Dado el tamaño de la ciudad, su objetivo es crear conciencia en los barrios y actuar como catalizadores desde su asociación. Lo harán "aportando la chispa para que la gente se anime a pasar a la acción, y dándoles apoyo", según manifiesta por teléfono. Ton Dalmau, trabajador social, informático y trovador de 55 años, refiere que en Vilanova, donde también están en una primera etapa de consolidación, han creado tres grupos de trabajo: uno dedicado a planificar proyectos, otro que se ocupa de la alimentación y un tercero que quiere poner en marcha una moneda local.
En Jerez de la Frontera (Cádiz) ya tienen su alternativa al euro. Nicolas Patris, sociólogo francés de 34 años, expone al otro lado de la línea telefónica el funcionamiento del zoquito, como llaman a su moneda y red de trueque de bienes y servicios. En circulación desde hace más de un año, se utiliza como medio de pago en tiendas como peluquerías o fruterías o para servicios como masajes. Para simplificar el sistema, decidieron que un zoquito equivaldría al precio de un café. Los pagos se registran en una libreta en la que se apuntan los intercambios y que se recoge cada cierto tiempo para hacer un balance. "Se basa en la confianza mutua", concluye Patris.
Madrid todavía no cuenta con ninguna iniciativa, pero Javier Zarzuela, de 45 años y director de un colegio, se dedica a divulgar y estudiar el movimiento en todo el país desde su casa de La Navata, cerca de la sierra madrileña, en cuya terraza crecen tomates, calabazas y melones. "Tanto ser optimista como pesimista o catastrofista son extremos que nos invalidan para la acción. El optimista piensa que algo saldrá, algo inventarán y el catastrofista se dice que ya es imposible. Entre medias está lo positivo, la Transición: no sabemos si vamos a poder, pero vamos a hacer el camino. No sabemos cómo va a ser un mundo sin petróleo, pero vamos a andar para prepararnos y crear unas condiciones de vida aceptables", desarrolla Zarzuela con un tono calmado, como el ambiente que se respira en su casa.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Transición: Comarca Andina



Sitio web dedicado a difundir las ideas del 

Movimiento de Transición para las 

comunidades de El Bolsón, Lago Puelo, 

El Hoyo, Epuyén, las zonas periféricas de 

la Comarca Andina del Paralelo 42º en 

la Patagonia Argentina, y también para 

todo el mundo de habla hispana.





ÁREAS TEMÁTICAS


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TRANSICIÓN EN ESPAÑA


Del 20 al 22 de Abril del 2012 fue

celebrado el Primer Encuentro

de Iniciativas en Transición en 

 el pueblo de Zarzalejo (España)





Transición en Mallorca

pincha aquí / Transición en Mallorca

El movimiento de transición o Transition Towns es un proceso colectivo y creativo. Se trata de pueblos, ciudades o barrios que frente al próximo e inevitable descenso del consumo energético en nuestras vidas y a la gran vulnerabilidad que nos provoca la dependencia al petróleo de nuestra sociedad... deciden organizarse para afrontar una transición hacia un futuro más local y autosuficiente, un futuro con mejor calidad de vida y que reconozca los límites físicos de nuestro planeta.





domingo, 26 de agosto de 2012

Rob Hopkins en TED


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LA GRAN EMERGENCIA






La Gran Emergencia

Sobreviviendo a las catástrofes convergentes del Siglo XXI


Extractado del libro "THE LONG EMERGENCY"
Autor: James Howard Kunstler


Resumen

El fin de la era del petróleo, el cambio climático, la escasez de agua potable, el resurgimiento de enfermedades epidémicas, el asalto final en cada rincón del planeta a los recursos naturales no renovables, y una creciente espiral de inestabilidad política y económica global, son las principales catástrofes a las que la humanidad deberá enfrentarse en el siglo XXI. James Howard Kunstler describe en el libro "La gran emergencia" un escenario complejo signado por el agotamiento de los combustibles fósiles.

"La gran emergencia" de James Howard Kunstler describe la difícil situación que se nos viene encima. “Tendremos que disminuir toda la actividad de nuestra vida diaria, desde la agricultura, al comercio, pasando por la educación. Habrá que despedirse de los automóviles y de la aviación comercial. En la vida que se describe en este libro, cada uno tendrá que quedarse donde está”. Según explica el autor, el mundo industrializado que Occidente ha conocido durante los últimos decenios se sustenta gracias a que hasta ahora estaba garantizado el suministro continuo de petróleo y sus derivados.
Numerosos estudios demuestran que el final de la era de los hidrocarburos está mucho más cerca de lo que se creía, y lo cierto es que no existe a día de hoy ninguna otra fuente de energía capaz de garantizar la supervivencia de la civilización tal como la conocemos. Ni el hidrógeno puede reemplazar a los hidrocarburos ni la energía eléctrica puede mover aviones. Kunstler afirma que “durante la gran emergencia la globalización desaparecerá. Las líneas de suministros de 20.000 kilómetros desde las factorías de Asia hasta los centros comerciales de América serán cosa del pasado. Las vías comerciales marítimas ya no serán sostenibles. El transporte aéreo se convertirá en una rareza al alcance de una élite reducida. Y finalmente el mercado internacional de crudo se volverá caótico e imposible de manejar”.

Sin alternativas
Para el autor, el milagro del siglo XX con toda su cornucopia tecnológica fue posible gracias a la excepcional disponibilidad de energía abundante del petróleo y el gas. Las energías renovables en las que hemos depositado tantas esperanzas, serán técnicamente incapaces de suministrar los niveles de consumo y confort que los derivados del petróleo hicieron posible. Entre otras cosas, porque al faltar el sustento del petróleo, su retroalimentación será cada vez más débil y dificultosa. Explica Kunstler: “No se pueden fabricar las aspas de las turbinas eólicas sólo con energía eólica. No puedes producir una batería para acumular energía solar haciendo uso exclusivo de los sistemas energéticos solares. Todo sigue dependiendo del petróleo. Tampoco el hidrógeno va a salvar a la sociedad del siglo XXI. Sería maravilloso, limpio y muy simple que todas las infraestructuras y elementos de nuestra sociedad que funcionan ahora con motores, modificaran su funcionamiento para adaptarse al hidrógeno como quien aprieta un botón, pero eso es algo que simple y llanamente, no va a ocurrir. Existen algunos pocos aparatos que pueden funcionar por medio de hidrógeno, pero desde luego no son las grandes flotas de automóviles, camiones, buses, aviones y barcos. A largo plazo, el hidrógeno jamás podrá sustituir nuestras reservas agotadas de petróleo y gas natural”.

Desequilibrios en la naturaleza
Lo más grave del asunto es que el agotamiento del petróleo va a producirse en combinación con otros fenómenos como el cambio climático, lo que puede provocar un gran desbalance biológico, la proliferación de nuevas enfermedades y la drástica reducción de las cosechas. El resultado final será que todas las irregularidades y desequilibrios potenciales propios de la época se verán amplificados, ramificados, reforzados y complicados por el calentamiento global. ¿En qué situación se halla entonces la humanidad? En opinión de Kunstler, a las puertas de una gran emergencia. Tenemos serios motivos para estar preocupados: cuando la producción petrolera comience a declinar, toda una serie encadenada de conflictos nos pueden transportar precipitadamente de nuevo al siglo XIX.



Acerca del autor: James Howard Kunstler nació en Nueva York en 1948. Este prestigioso escritor norteamericano es autor de nueve novelas y varios libros de no-ficción. El último de ellos La gran emergencia, ha sacudido a ciertos círculos de intelectuales y ambientalistas en cada país que ha sido publicado (EEUU, Italia, España, Rumania, Portugal, Francia, Japón, China, Taiwan), provocando un auténtico debate público al anunciar que el planeta no está preparado para el final de la era del petróleo. Kunstler fue durante mucho tiempo editor de la revista Rolling Stone. Decenas de reportajes y artículos suyos han sido publicados en The New York Times y The Atlantic Monthly.
Su sitio web: http://www.kunstler.com

Cómo funciona el Capitalismo


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